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Fuga de cerebros


Gran parte de hacer este blog fue dar un punto positivo a diferentes aspectos del día a día. Es una filosofía de vida que adopté desde hace unos años y que ha sido muy efectiva en muchas ocasiones. Sin embargo, Sten tiene razón y hay veces en las que la honestidad debe ganar y aceptar que la rabia y el dolor existen sin brillos ni colores, es necesario, de vez en cuando bajar la cabeza y asumir que la realidad es mas grande que uno y que habrán algunos días en los que no existan luz o risas. Hoy es uno de esos días. Un día en el que me levanto en Supia dónde a unos cuantos metros indígenas de los resguardos ubicados por el oriente del país vienen protestando hace una semana porque el gobierno les prometió cientos de mejoras en salud, acceso al trabajo, educación, calidad de vida y seguridad en sus territorios … acuerdos que les prometen cada año en épocas de campañas electorales y luego se les olvida… y entonces se quedan los indígenas esperando por otro año y cuando ven que no existen cambios vuelven a golpear medio país en una revuelta de ira y dolor. Muchas de las personas con las que hablo por la carretera dicen: “lo que pasa con esos indígenas es que son muy brutos, esa gente no tiene educación”, y sin duda la parte de la educación es verdadera… el acceso en general en zonas rurales de nuestro país es prácticamente nulo, no solo para los indígenas sino para cualquiera en la zona… Si a eso sumamos que muchos de aquellos indígenas, con los que no compartimos la misma lengua, han vivido siempre en sus comunidades parcialmente aislados del mismo territorio al que nosotros llamamos país… con la diferencia que nadie más que ellos pelean por ese pedazo de ellos… porque solo a ellos les importa. Uno de esos días en que pienso en la familia de Daniela García Rincón, joven de 22 años de edad que a causa de un robo fue atacada con un arma de fuego y pasó 6 meses en coma antes de partir… no seamos hijueputas… 22 años de edad?? Y así Daniela hubiera tenido 80, en qué clase de sociedad vivimos que la vida nos vale tan mierda? Qué tipo de seres estamos criando como país que de un momento a otro un celular o computador o lo que sea tiene más valor que la vida misma…? Yo deje de leer noticias pero hoy que leo las que escribieron de Daniela, veo una de el Tiempo que dicen “pasó 6 meses en coma por un aparente caso de atraco..” aparente? Qué otra cosa podría ser? Como carajos llega la bala de un arma de fuego a la cabeza de una estudiante inocente que se bajaba del Transmilenio para llegar a su casa?... Yo me fui un tiempo del país, por razones personales, del corazón y por otras profesionales. Los que me conocen de corazón saben que me fui huyendo de miedos y recuerdos que me perseguían y que no quería afrontar. Regresé con muchas menos cosas de las que me llevé. Llegué sin pesos que antes me cargaba en la espalda… como dicen por ahí “ligera de equipaje”. Y ver que casos como el de Daniela siguen pasando, el de Santiago o Roland a quienes les robaron sus ciclas con cuchillo en mano a pocas cuadras de sus casas, ver que temas como el de los indígenas o los 156 homicidios, 5 desapariciones forzadas y 33 casos de atentados que han sufrido desde el 1 de Enero de 2016 los líderes sociales de nuestro país. Ver que esto sigue pasando, es nuestro almuerzo diario… ése el otro país en el que también vivimos. Ese país que yo personalmente había dejado de un lado para poder trabajar por la otra cara un poco más positiva del asunto; ese que a veces da una cachetada tan dura que es imposible ignorarlo. Cuándo hago cuentas de las personas con las que cursé universidad o colegio el 70% por un motivo u otro han terminado fuera del país. Algunos se han ido por medios propios, otros con becas, otros a trabajar, otros a aprender. Y de los que se han ido el 90% quiere volver a hacerlo… porque aquí no pagan lo suficiente con respecto a la nueva experiencia o a los nuevos estudios, porque no encuentran un espacio seguro de crecimiento o porque no ven en estas tierras un futuro fértil para ellos y sus familias venideras. Los que optamos por volvernos a ir contamos con medios que nos lo permiten (bien sea el manejo de un idioma o más, recursos económicos que no siempre son necesarios, o experiencia profesional que soporta nuestra habilidad de trabajar en otras culturas, etc), sin embargo, no significa que los que se quedan lo hagan porque quieran (como hay quienes si lo quieren hacer y es totalmente respetable). A lo que quiero ir es que es muy triste que la juventud de nuestro país no vea a Colombia como un lugar seguro y provechoso para crecer, hacer familia y envejecer. Es triste pensar que sería mejor crecer en otras latitudes, lejos de la familia, de la comida, de la música, de las montañas y los paisajes increíbles por buscar un futuro con mejor educación, con mejores planes de jubilación que le puedan permitir a uno una vejez mas tranquila, con la seguridad de que posiblemente no me van a sacar un cuchillo ni a pegarme un tiro por mi celular o mi bicicleta en el momento menos pensado, o simplemente un sitio en el que mi vida no peligre porque mi trabajo consiste en trabajar por arreglar tantos temas sociales que nos golpean a diario… es un poco inconsistente que se asesinen líderes sociales cuando son los pocos que sacan la cara por tanta basura que pasa a diario… no creen? No se muy bien a que voy pero se que quería decirlo… Colombia a veces duele, de lejos como de cerquita duele… y eso señores, ese pensamiento de querer crecer lejos, de buscar otros rumbos lejos de esta tierra… a los que creen que es muy cool hacer una vida lejos, no señores eso como todo esto, también duele.


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